< Salmos 58 >
1 ¿Hay justicia en tu boca, oh poderosos? ¿Son jueces honestos, oh hijos de hombres?
Toe mitaron-kavantañañe hao t’ie mitsiñe? mizaka an-kahiti’e hao, ry ana’ ondatio?
2 Los propósitos de sus corazones son malvados; sus manos están llenas de actos violentos en la tierra.
Hete, te mone hatsivokarañe ty itoloña’areo an-troke ao; lanjae’ areo amy taney o fitavanam-pità’areoo.
3 Los malvados se apartaron desde el principio; desde la hora de su nacimiento, se descarriaron. diciendo mentiras.
Amoean-kovin-drene’e ty lo-tsereke, mañariok’ añe vata’e miboloañe ty mpivolam-bande.
4 Su veneno es como el veneno de una serpiente; son como la víbora, cuyas orejas están cerradas;
Hoe vorem-pandrefe’ala ty vore’ iareo, manahake o meren-kareñeñe manentsen-tsofiñeo,
5 Quién no oye la voz de los que encantan. por más hábil que sea él encantador.
tsy hahatsanoña’e ty fikoràn’ambiasa ndra ty pandrombo-jiny bey.
6 Oh Dios, que se les rompa los dientes en la boca; oh Señor quiebra los colmillos de los leoncillos.
Ry Andrianañahare, rofoto am-bava’e ao o nife’eo, atrankaño ty famotsi’ o liona tora’eo, ry Iehovà
7 Que se conviertan en líquido como las aguas que fluyen continuamente; que sean cortados como la hierba por el camino.
Angao hisaok’ añe iereo hoe rano vohitse; Lonik’abey te ho zoeñe domoke o ama-paleo t’ie mañohatse o fale’eo.
8 Sean como un nacimiento que se convierte en agua y llega a su fin; como el fruto de una mujer que da a luz antes de tiempo, que no ve el sol.
Lonike t’ie hanahake ty harevo’ o sifotse mihamodo te misitseo, hoe ajaja miboloañe tsy mahatrea i àndroy.
9 Antes de que las ollas sientan la llama de los espinos; deje que un fuerte viento los lleve como un desperdicio de crecimiento.
Aolo te hahamae valàñe o afom-patikeo, le fonga ho faohe’e an-talìo ty leñe naho ty mibebañe,
10 El hombre justo se alegrará cuando vea su castigo; sus pies serán lavados en la sangre del malvado.
Hirebeke o vañoñeo te mahaisake i famaleañey, ho sasà’e an-dio’ o tsivokatseo o fandia’eo
11 Para que los hombres digan: En verdad hay una recompensa por la justicia; Verdaderamente hay un Dios que es juez en la tierra.
Vaho hanao ty hoe ondatio: Toe tsy ho po-tambe o vantañeo; toe eo t’i Andrianañahare mizaka an-tane atoy.