< Salmos 108 >
1 Oh Dios, mi corazón está fijo; Haré canciones y melodía, esta es mi gloria.
Migahiñe ty troko, ry Andrianañahare, hisaboako; handrengeako, eka, boak’ añovako ao.
2 Da tus sonidos, O instrumentos de cuerda: el amanecer se despertará con mi canción.
Mibarakaoha ry valiha naho jejo-bory! hitsekafako ty manjirik’ andro.
3 Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos; Te haré melodía entre las naciones.
Hañandriañe Azo iraho ry Iehovà, añivo’ o fifeheañeo; ho rengeko an-tsabo aivo’ ondatio.
4 Porque tu misericordia es más alta que los cielos, y tu fe inmutable es más alta que las nubes.
Amy te abo te amy likerañe eñey ty fiferenaiña’o; vaho mb’an-drahoñe ey ty figahiña’o.
5 Exáltate, oh Dios, más alto que los cielos; deja que tu gloria sea sobre toda la tierra.
Mionjona! ry Andrianañahare, mb’andindìn-dikerañe añe, naho ty enge’o mb’ ambone’ ty tane toy.
6 Extiende tu mano derecha para salvación, y dame una respuesta, para que tus seres queridos estén a salvo del peligro.
Soa te hahàñe o kokoa’oo, rombaho am-pità’o havana, vaho toiño iraho.
7 Esta es la palabra del Dios santo: Me alegraré; Haré de Siquem una herencia, midiendo el valle de Sucot.
Nitsara ami’ty hamasiña’e t’i Andrianañahare: Hitreñe iraho, ho zaraeko ty Sekeme ho tsahareko ty vavatane’ i Sokote.
8 Gilead es mío; Manasés es mío; Efraín es la fuerza de mi cabeza; Judá es mi dador de leyes;
Ahy t’i Gilade, Ahiko t’i Menasè; naho fikalan-dohako t’i Efraime, vaho kobaiko t’Iehodà;
9 Moab es mi lugar de lavado; en Edom es el lugar de descanso de mi zapato; sobre Filistea enviaré un grito de alegría.
Sajoa fisasàko t’i Moabe, apoko amy Edome ty hànako; ambone’ i Pilistý ey ty hitreñako.
10 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada? ¿Quién será mi guía en Edom?
Ia ty hinday ahy mb’amy rova fatratsey ao? Ia ty hiaolo ahy mb’ Edome mb’eo?
11 ¿No nos has enviado lejos de ti, oh Dios? y no sales con nuestros ejércitos.
Fa naforintse’o hao zahay, ry Andrianañahare? Tsy hitraofe’o fionjoñe hao o lahin-defo’aio, ry Andrianañahare?
12 Danos ayuda en nuestro problema; porque no hay ayuda en el hombre.
Ehe oloro amo rafelahio, fa tsy vente’e ty fandrombaha’ ondatio.
13 Con Dios haremos grandes cosas; porque por él serán aplastados nuestros enemigos.
Hampanjofak’anay t’i Andrianañahare, ie ty handialia o rafelahi’aio.