< Salmos 36 >
1 Dicho de la rebelión del impío en medio de mi corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.
2 Por tanto se lisonjea en sus ojos para hallar su iniquidad, para aborrecerla.
3 Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; no quiso entender para hacer bien.
4 Iniquidad piensa sobre su cama; está sobre camino no bueno, no aborrece el mal.
5 Jehová, hasta los cielos es tu misericordia; tu verdad hasta las nubes.
6 Tu justicia como los montes de Dios, tus juicios abismo grande; al hombre y al animal conservas, o! Jehová.
7 ¡Cuán ilustre es tu misericordia, o, Dios! y los hijos de Adam se abrigan en la sombra de tus alas.
8 Embriagarse han de la grosura de tu casa: y del arroyo de tus delicias los abrevarás.
9 Porque contigo está el manadero de la vida; en tu lumbre veremos lumbre.
10 Extiende tu misericordia a los que te conocen; y tu justicia a los rectos de corazón.
11 No venga contra mí pie de soberbia; y mano de impíos no me mueva.
12 Allí cayeron los obradores de iniquidad; fueron rempujados, y no pudieron levantarse.