< Salmos 126 >

1 Un cántico para los peregrinos que van a Jerusalén. ¡Cuando el Señor trajo a Israel de vuelta del cautiverio, fue como si estuviéramos soñando!
Cántico gradual. Cuando Yahvé trajo de nuevo a los cautivos de Sión, fue para nosotros como un sueño.
2 Reímos mucho y cantamos de alegría. Las otras naciones dijeron, “El Señor ha hecho cosas maravillosas por su pueblo”.
Se llenó nuestra boca de risas, y nuestra lengua de exultación. Entonces dijeron entre los gentiles: “Es grande lo que Yahvé ha hecho por ellos.”
3 Ciertamente el Señor ha hecho cosas maravillosas por nosotros. ¡Cuánto nos alegramos!
Sí, Yahvé ha obrado con magnificencia en favor nuestro; por eso nos llenamos de gozo.
4 Por favor, vuelve y ayúdanos otra vez, Señor. Renuévanos como los arroyos de agua que renuevan el desierto de Negev.
Oh Yahvé, cambia nuestro destino como los torrentes en el Négueb.
5 Los que siembran en lágrimas cosecharán con gritos de alegría!
Los que siembran con lágrimas segaran con júbilo.
6 Los que lloran cuando salen a sembrar su semilla cantarán de júbilo cuando lleven la cosecha a casa.
Yendo, iban llorosos, llevando la semilla para la siembra; volviendo, vendrán con exultación, trayendo sus gavillas.

< Salmos 126 >