2Cuando comprares un esclavo hebreo, te servirá seis años, más al séptimo saldrá libre sin pagar nada.
3Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá con él su mujer.
4Si su amo le dio mujer, y ella le dio (a su marido) hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo.
5Mas si el esclavo dijere: “Amo a mi señor, y a mi mujer y a mis hijos, no quiero salir libre”,
6su amo lo llevará ante Dios, y arrimándolo a la puerta o al poste de ella, su amo le horadará la oreja con una lezna; y así quedará esclavo suyo para siempre.
7Cuando un hombre vendiere a su hija por esclava, ella no saldrá como salen los esclavos.
8Si no agrada a su señor que la había destinado para sí, permita él su rescate; mas no podrá venderla a gente extraña, por haberla engañado.
9Si la destina para su hijo, la ha de tratar según el derecho de las hijas.
10Si toma para sí otra mujer, no le disminuirá la comida, ni el vestido, ni el deber conyugal.
11Y si él no quiere darle estas tres cosas, puede ella salirse, sin pagar nada, sin rescate.
12El que hiera mortalmente a otro, muera irremisiblemente.
13Mas si no le hizo asechanzas, sino que Dios le dejó caer en su mano, para este tal Yo te señalaré lugar donde podrá refugiarse.
14Pero al que obrare con malicia contra su prójimo, matándole con alevosía, a ese lo arrancarás hasta de mi altar para matarlo.
15El que pegare a su padre o a su madre, muera irremisiblemente.
16Quien robare un hombre y le vendiere, o si fuere hallado todavía en su poder, muera irremisiblemente.
17El que maldijere a su padre o a su madre, muera sin remedio.
18Cuando riñeren unos hombres y el uno hiriere al otro con piedra o con el puño, sin causarle la muerte, y si este después de hacer cama
19se levantare y anduviere fuera, apoyándose en su bastón, quedará libre aquel que lo hirió. Le pagará solamente el tiempo perdido y los gastos de su curación completa.
20Quien hiriere con un palo a su siervo o a su sierva, de modo que muera bajo su mano, caerá irremisiblemente bajo la ley de venganza.
21Pero si sobreviviere un día o dos, no será castigado, por cuanto es hacienda suya.
22Cuando hombres trabados en riña dieren un golpe a una mujer encinta, de modo que aborte, sin más daño, (el culpable) será multado conforme a lo que imponga el marido de la mujer y según determinen los jueces.
24ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
25quemadura por quemadura, herida por herida, contusión por contusión.
26Si uno, hiriendo el ojo de su siervo o el ojo de su sierva lo destruyere, le dará libertad en compensación de su ojo.
27Asimismo, si hiciere saltar un diente a su siervo o un diente a su sierva, lo pondrá en libertad en compensación de su diente.
28Si un buey acornea a un hombre o a una mujer, con subsiguiente muerte, aquel buey será apedreado y no se comerá su carne, mas el dueño del buey quedará sin culpa.
29Pero si el buey acorneaba ya desde tiempo atrás, y su dueño, a pesar de ser avisado, no lo tuvo encerrado, de modo que pudo matar a hombre o a mujer, el buey será apedreado, y también su dueño será muerto.
30Si le imponen un precio de rescate, dará en rescate de su vida cuanto se le imponga.
31Si acornea a un hijo o a una hija, hágase con él según esta ley.
32Pero si el buey acorneare a un siervo o a una sierva, el dueño pagará treinta siclos de plata al dueño de ellos, y el buey será apedreado.
33Si uno deja abierto un pozo, o si uno cava un pozo y no lo tapa, y cayere en él un buey o asno,
34el propietario del pozo pagará indemnización en dinero al dueño de ellos, y el animal muerto será suyo.
35Si el buey de uno hiere al buey de otro, y este muere, venderán el buey vivo partiéndose su precio, y también el buey muerto será dividido entre ellos.
36Mas si era notorio que el buey acorneaba desde tiempo atrás y su dueño faltó en custodiarlo, este resarcirá el daño: buey por buey; mas el (buey) muerto será suyo.