< 2 מְלָכִים 4 >

וְאִשָּׁ֣ה אַחַ֣ת מִנְּשֵׁ֣י בְנֵֽי־הַ֠נְּבִיאִים צָעֲקָ֨ה אֶל־אֱלִישָׁ֜ע לֵאמֹ֗ר עַבְדְּךָ֤ אִישִׁי֙ מֵ֔ת וְאַתָּ֣ה יָדַ֔עְתָּ כִּ֣י עַבְדְּךָ֔ הָיָ֥ה יָרֵ֖א אֶת־יְהוָ֑ה וְהַ֨נֹּשֶׁ֔ה בָּ֗א לָקַ֜חַת אֶת־שְׁנֵ֧י יְלָדַ֛י ל֖וֹ לַעֲבָדִֽים׃ 1
Una mujer, la esposa de uno de los hijos de los profetas, se acercó a Eliseo y le dijo: Tu siervo mi marido ha muerto; y que usted sepa, él era un adorador del Señor; pero ahora, el acreedor ha venido a tomar a mis dos hijos como sirvientes en el pago de su deuda.
וַיֹּ֨אמֶר אֵלֶ֤יהָ אֱלִישָׁע֙ מָ֣ה אֶֽעֱשֶׂה־לָּ֔ךְ הַגִּ֣ידִי לִ֔י מַה־יֶּשׁ־לכי בַּבָּ֑יִת וַתֹּ֗אמֶר אֵ֣ין לְשִׁפְחָתְךָ֥ כֹל֙ בַּבַּ֔יִת כִּ֖י אִם־אָס֥וּךְ שָֽׁמֶן׃ 2
Entonces Eliseo le dijo: ¿Qué debo hacer por ti? Dime ahora, ¿qué tienes en la casa? Y ella dijo: Tu sierva no tiene nada en la casa más que un jarro de aceite.
וַיֹּ֗אמֶר לְכִ֨י שַׁאֲלִי־לָ֤ךְ כֵּלִים֙ מִן־הַח֔וּץ מֵאֵ֖ת כָּל־שכנכי כֵּלִ֥ים רֵקִ֖ים אַל־תַּמְעִֽיטִי׃ 3
Luego dijo: Sal y ve con todos tus vecinos y pide jarros, jarros vacíos todos los que puedas conseguir.
וּבָ֗את וְסָגַ֤רְתְּ הַדֶּ֙לֶת֙ בַּעֲדֵ֣ךְ וּבְעַד־בָּנַ֔יִךְ וְיָצַ֕קְתְּ עַ֥ל כָּל־הַכֵּלִ֖ים הָאֵ֑לֶּה וְהַמָּלֵ֖א תַּסִּֽיעִי׃ 4
Luego entra con tus hijos y cerrando la puerta, pon aceite en todos estos recipientes, poniendo a un lado los llenos.
וַתֵּ֙לֶךְ֙ מֵֽאִתּ֔וֹ וַתִּסְגֹּ֣ר הַדֶּ֔לֶת בַּעֲדָ֖הּ וּבְעַ֣ד בָּנֶ֑יהָ הֵ֛ם מַגִּשִׁ֥ים אֵלֶ֖יהָ וְהִ֥יא מיצקת׃ 5
Entonces ella se fue, y cuando la puerta se cerró sobre ella y sus hijos, le llevaron los vasos y ella les puso aceite.
וַיְהִ֣י ׀ כִּמְלֹ֣את הַכֵּלִ֗ים וַתֹּ֤אמֶר אֶל־בְּנָהּ֙ הַגִּ֨ישָׁה אֵלַ֥י עוֹד֙ כֶּ֔לִי וַיֹּ֣אמֶר אֵלֶ֔יהָ אֵ֥ין ע֖וֹד כֶּ֑לִי וַֽיַּעֲמֹ֖ד הַשָּֽׁמֶן׃ 6
Y cuando todos los vasos estaban llenos, ella dijo a su hijo: Tráeme otro vaso. Y él dijo: No hay más. Y el flujo de aceite se detuvo.
וַתָּבֹ֗א וַתַּגֵּד֙ לְאִ֣ישׁ הָאֱלֹהִ֔ים וַיֹּ֗אמֶר לְכִי֙ מִכְרִ֣י אֶת־הַשֶּׁ֔מֶן וְשַׁלְּמִ֖י אֶת־נשיכי וְאַ֣תְּ בניכי תִֽחְיִ֖י בַּנּוֹתָֽר׃ פ 7
Entonces ella vino al hombre de Dios y le dio un mensaje de lo que había hecho. Y él dijo: Ve y vende el aceite y paga tu deuda, y deja que el resto vivirán tu y tus hijos.
וַיְהִ֨י הַיּ֜וֹם וַיַּעֲבֹ֧ר אֱלִישָׁ֣ע אֶל־שׁוּנֵ֗ם וְשָׁם֙ אִשָּׁ֣ה גְדוֹלָ֔ה וַתַּחֲזֶק־בּ֖וֹ לֶאֱכָל־לָ֑חֶם וַֽיְהִי֙ מִדֵּ֣י עָבְר֔וֹ יָסֻ֥ר שָׁ֖מָּה לֶאֱכָל־לָֽחֶם׃ 8
Llegó un día en que Eliseo fue a Sunem, y allí vivía una mujer de alta posición, que lo hizo entrar y comer con ella. Y después de eso, cada vez que pasaba, entraba a su casa a comer.
וַתֹּ֙אמֶר֙ אֶל־אִישָׁ֔הּ הִנֵּה־נָ֣א יָדַ֔עְתִּי כִּ֛י אִ֥ישׁ אֱלֹהִ֖ים קָד֣וֹשׁ ה֑וּא עֹבֵ֥ר עָלֵ֖ינוּ תָּמִֽיד׃ 9
Y ella dijo a su marido: Ahora veo que este es un hombre santo de Dios, que viene día tras día.
נַֽעֲשֶׂה־נָּ֤א עֲלִיַּת־קִיר֙ קְטַנָּ֔ה וְנָשִׂ֨ים ל֥וֹ שָׁ֛ם מִטָּ֥ה וְשֻׁלְחָ֖ן וְכִסֵּ֣א וּמְנוֹרָ֑ה וְהָיָ֛ה בְּבֹא֥וֹ אֵלֵ֖ינוּ יָס֥וּר שָֽׁמָּה׃ 10
Así que hagamos una pequeña habitación en la pared; y puso allí una cama para él, y una mesa y un asiento y una luz; para que cuando venga a nosotros, pueda quedarse allí.
וַיְהִ֥י הַיּ֖וֹם וַיָּ֣בֹא שָׁ֑מָּה וַיָּ֥סַר אֶל־הָעֲלִיָּ֖ה וַיִּשְׁכַּב־שָֽׁמָּה׃ 11
Ahora, un día, cuando él había ido allí, entró en la pequeña habitación y descansó allí.
וַיֹּ֙אמֶר֙ אֶל־גֵּחֲזִ֣י נַעֲר֔וֹ קְרָ֖א לַשּׁוּנַמִּ֣ית הַזֹּ֑את וַיִּקְרָא־לָ֔הּ וַֽתַּעֲמֹ֖ד לְפָנָֽיו׃ 12
Entonces dijo a Giezi, su siervo: Envía a esta sunamita. Así que en respuesta a su voz ella vino ante él.
וַיֹּ֣אמֶר ל֗וֹ אֱמָר־נָ֣א אֵלֶיהָ֮ הִנֵּ֣ה חָרַ֣דְתְּ ׀ אֵלֵינוּ֮ אֶת־כָּל־הַחֲרָדָ֣ה הַזֹּאת֒ מֶ֚ה לַעֲשׂ֣וֹת לָ֔ךְ הֲיֵ֤שׁ לְדַבֶּר־לָךְ֙ אֶל־הַמֶּ֔לֶךְ א֖וֹ אֶל־שַׂ֣ר הַצָּבָ֑א וַתֹּ֕אמֶר בְּת֥וֹךְ עַמִּ֖י אָנֹכִ֥י יֹשָֽׁבֶת׃ 13
Y él le dijo: Ahora dile: Mira, nos has atendido con esmero; ¿Qué se debe hacer por ti? ¿Tendrás alguna solicitud para ti ante el rey o el capitán del ejército? Pero ella dijo: Estoy bien, Vivo entre mi pueblo.
וַיֹּ֕אמֶר וּמֶ֖ה לַעֲשׂ֣וֹת לָ֑הּ וַיֹּ֣אמֶר גֵּיחֲזִ֗י אֲבָ֛ל בֵּ֥ן אֵֽין־לָ֖הּ וְאִישָׁ֥הּ זָקֵֽן׃ 14
Entonces él dijo: ¿Qué, pues, debe hacerse por ella? Y Giezi respondió: Aún así, ella no tiene un hijo y su esposo es viejo.
וַיֹּ֖אמֶר קְרָא־לָ֑הּ וַיִּקְרָא־לָ֔הּ וַֽתַּעֲמֹ֖ד בַּפָּֽתַח׃ 15
Entonces él dijo: Envía por ella. Y en respuesta a su voz, ella se sentó en la puerta.
וַיֹּ֗אמֶר לַמּוֹעֵ֤ד הַזֶּה֙ כָּעֵ֣ת חַיָּ֔ה אתי חֹבֶ֣קֶת בֵּ֑ן וַתֹּ֗אמֶר אַל־אֲדֹנִי֙ אִ֣ישׁ הָאֱלֹהִ֔ים אַל־תְּכַזֵּ֖ב בְּשִׁפְחָתֶֽךָ׃ 16
Y Eliseo dijo: En este momento del año que viene tendrás un hijo en tus brazos. Y ella dijo: No, mi señor, oh hombre de Dios, no digas lo que es falso a tu sierva.
וַתַּ֥הַר הָאִשָּׁ֖ה וַתֵּ֣לֶד בֵּ֑ן לַמּוֹעֵ֤ד הַזֶּה֙ כָּעֵ֣ת חַיָּ֔ה אֲשֶׁר־דִּבֶּ֥ר אֵלֶ֖יהָ אֱלִישָֽׁע׃ 17
Entonces la mujer quedó embarazada y dio a luz un hijo en el momento nombrado, en el año siguiente, como Eliseo le había dicho.
וַיִּגְדַּ֖ל הַיָּ֑לֶד וַיְהִ֣י הַיּ֔וֹם וַיֵּצֵ֥א אֶל־אָבִ֖יו אֶל־הַקֹּצְרִֽים׃ 18
Ahora, un día, cuando el niño era mayor, salió con su padre a donde se estaba cortando el grano.
וַיֹּ֥אמֶר אֶל־אָבִ֖יו רֹאשִׁ֣י ׀ רֹאשִׁ֑י וַיֹּ֙אמֶר֙ אֶל־הַנַּ֔עַר שָׂאֵ֖הוּ אֶל־אִמּֽוֹ׃ 19
Y dijo a su padre: ¡Mi cabeza, mi cabeza! Y el padre dijo a un criado: Llévalo a su madre.
וַיִּשָּׂאֵ֔הוּ וַיְבִיאֵ֖הוּ אֶל־אִמּ֑וֹ וַיֵּ֧שֶׁב עַל־בִּרְכֶּ֛יהָ עַד־הַֽצָּהֳרַ֖יִם וַיָּמֹֽת׃ 20
Luego lo llevó a su madre, y ella lo tomó de rodillas y lo mantuvo allí hasta la mitad del día, y él niño murió.
וַתַּ֙עַל֙ וַתַּשְׁכִּבֵ֔הוּ עַל־מִטַּ֖ת אִ֣ישׁ הָאֱלֹהִ֑ים וַתִּסְגֹּ֥ר בַּעֲד֖וֹ וַתֵּצֵֽא׃ 21
Entonces ella subió, lo puso en la cama del hombre de Dios, cerró la puerta y salió.
וַתִּקְרָא֮ אֶל־אִישָׁהּ֒ וַתֹּ֗אמֶר שִׁלְחָ֨ה נָ֥א לִי֙ אֶחָ֣ד מִן־הַנְּעָרִ֔ים וְאַחַ֖ת הָאֲתֹנ֑וֹת וְאָר֛וּצָה עַד־אִ֥ישׁ הָאֱלֹהִ֖ים וְאָשֽׁוּבָה׃ 22
Y ella dijo a su esposo: Envíame uno de los sirvientes y uno de los asnos para que pueda ir rápidamente al hombre de Dios y volver.
וַיֹּ֗אמֶר מַ֠דּוּעַ אתי הלכתי אֵלָיו֙ הַיּ֔וֹם לֹֽא־חֹ֖דֶשׁ וְלֹ֣א שַׁבָּ֑ת וַתֹּ֖אמֶר שָׁלֽוֹם׃ 23
Y él dijo: ¿Por qué vas a verlo hoy? no es una luna nueva o un sábado. Pero ella dijo: Está bien.
וַֽתַּחֲבֹשׁ֙ הָֽאָת֔וֹן וַתֹּ֥אמֶר אֶֽל־נַעֲרָ֖הּ נְהַ֣ג וָלֵ֑ךְ אַל־תַּעֲצָר־לִ֣י לִרְכֹּ֔ב כִּ֖י אִם־אָמַ֥רְתִּי לָֽךְ׃ 24
Entonces ella preparó el asno y dijo a su criado: Sigue conduciendo; No hagas una parada sin mis órdenes.
וַתֵּ֗לֶךְ וַתָּב֛וֹא אֶל־אִ֥ישׁ הָאֱלֹהִ֖ים אֶל־הַ֣ר הַכַּרְמֶ֑ל וַ֠יְהִי כִּרְא֨וֹת אִישׁ־הָאֱלֹהִ֤ים אֹתָהּ֙ מִנֶּ֔גֶד וַיֹּ֙אמֶר֙ אֶל־גֵּיחֲזִ֣י נַעֲר֔וֹ הִנֵּ֖ה הַשּׁוּנַמִּ֥ית הַלָּֽז׃ 25
Entonces ella fue y vino al monte Carmelo, al hombre de Dios. Y cuando el hombre la vio a lo lejos, le dijo a Giezi, su sirviente: Mira, allí está la sunamita;
עַתָּה֮ רֽוּץ־נָ֣א לִקְרָאתָהּ֒ וֶאֱמָר־לָ֗הּ הֲשָׁל֥וֹם לָ֛ךְ הֲשָׁל֥וֹם לְאִישֵׁ֖ךְ הֲשָׁל֣וֹם לַיָּ֑לֶד וַתֹּ֖אמֶר שָׁלֽוֹם׃ 26
Ve rápidamente a su encuentro, y pregunta: ¿Estás bien? Y tu marido y el niño, ¿están bien? Y ella respondió en respuesta: Todo está bien.
וַתָּבֹ֞א אֶל־אִ֤ישׁ הָֽאֱלֹהִים֙ אֶל־הָהָ֔ר וַֽתַּחֲזֵ֖ק בְּרַגְלָ֑יו וַיִּגַּ֨שׁ גֵּֽיחֲזִ֜י לְהָדְפָ֗הּ וַיֹּאמֶר֩ אִ֨ישׁ הָאֱלֹהִ֤ים הַרְפֵּֽה־לָהּ֙ כִּֽי־נַפְשָׁ֣הּ מָֽרָה־לָ֔הּ וַֽיהוָה֙ הֶעְלִ֣ים מִמֶּ֔נִּי וְלֹ֥א הִגִּ֖יד לִֽי׃ 27
Y cuando ella llegó a donde estaba el hombre de Dios en la colina, ella puso sus manos sobre sus pies; y Giezi se acercó con el propósito de alejarla; Pero el hombre de Dios dijo: Déjala, porque su alma está angustiada; y el Señor me lo ha ocultado el motivo, y no me lo ha dicho.
וַתֹּ֕אמֶר הֲשָׁאַ֥לְתִּי בֵ֖ן מֵאֵ֣ת אֲדֹנִ֑י הֲלֹ֣א אָמַ֔רְתִּי לֹ֥א תַשְׁלֶ֖ה אֹתִֽי׃ 28
Entonces ella dijo: ¿Pedí un hijo a mi señor? ¿No dije: No me des falsas palabras?
וַיֹּ֨אמֶר לְגֵיחֲזִ֜י חֲגֹ֣ר מָתְנֶ֗יךָ וְקַ֨ח מִשְׁעַנְתִּ֣י בְיָדְךָ֮ וָלֵךְ֒ כִּֽי־תִמְצָ֥א אִישׁ֙ לֹ֣א תְבָרְכֶ֔נּוּ וְכִֽי־יְבָרֶכְךָ֥ אִ֖ישׁ לֹ֣א תַעֲנֶנּ֑וּ וְשַׂמְתָּ֥ מִשְׁעַנְתִּ֖י עַל־פְּנֵ֥י הַנָּֽעַר׃ 29
Luego le dijo a Giezi: Prepárate, toma mi bastón con tu mano y ve: si te encuentras con alguien en el camino, no le des bendiciones, y si alguien te da una bendición, no le des respuesta. Y pon mi bastón en la cara del niño.
וַתֹּ֙אמֶר֙ אֵ֣ם הַנַּ֔עַר חַי־יְהוָ֥ה וְחֵֽי־נַפְשְׁךָ֖ אִם־אֶעֶזְבֶ֑ךָּ וַיָּ֖קָם וַיֵּ֥לֶךְ אַחֲרֶֽיהָ׃ 30
Pero la madre del niño dijo: “Como el Señor vive y la vida de tu alma, no volveré sin ti”. Así que él se levantó y fue con ella.
וְגֵחֲזִ֞י עָבַ֣ר לִפְנֵיהֶ֗ם וַיָּ֤שֶׂם אֶת־הַמִּשְׁעֶ֙נֶת֙ עַל־פְּנֵ֣י הַנַּ֔עַר וְאֵ֥ין ק֖וֹל וְאֵ֣ין קָ֑שֶׁב וַיָּ֤שָׁב לִקְרָאתוֹ֙ וַיַּגֶּד־ל֣וֹ לֵאמֹ֔ר לֹ֥א הֵקִ֖יץ הַנָּֽעַר׃ 31
Y Giezi siguió delante de ellos y puso el bastón en el rostro del niño; pero no hubo voz, y nadie prestó atención. Así que regresó, y al reunirse con él le dio la noticia, diciendo: El niño no está despierto.
וַיָּבֹ֥א אֱלִישָׁ֖ע הַבָּ֑יְתָה וְהִנֵּ֤ה הַנַּ֙עַר֙ מֵ֔ת מֻשְׁכָּ֖ב עַל־מִטָּתֽוֹ׃ 32
Y cuando Eliseo entró en la casa, vio al niño muerto, acostado en su cama.
וַיָּבֹ֕א וַיִּסְגֹּ֥ר הַדֶּ֖לֶת בְּעַ֣ד שְׁנֵיהֶ֑ם וַיִּתְפַּלֵּ֖ל אֶל־יְהוָֽה׃ 33
Entró y, cerrando la puerta a los dos, hizo oración al Señor.
וַיַּ֜עַל וַיִּשְׁכַּ֣ב עַל־הַיֶּ֗לֶד וַיָּשֶׂם֩ פִּ֨יו עַל־פִּ֜יו וְעֵינָ֤יו עַל־עֵינָיו֙ וְכַפָּ֣יו עַל־כפו וַיִּגְהַ֖ר עָלָ֑יו וַיָּ֖חָם בְּשַׂ֥ר הַיָּֽלֶד׃ 34
Luego se levantó en la cama, se estiró sobre el niño y puso su boca en la boca del niño, sus ojos en sus ojos y sus manos en sus manos; y el cuerpo del niño se calentó.
וַיָּ֜שָׁב וַיֵּ֣לֶךְ בַּבַּ֗יִת אַחַ֥ת הֵ֙נָּה֙ וְאַחַ֣ת הֵ֔נָּה וַיַּ֖עַל וַיִּגְהַ֣ר עָלָ֑יו וַיְזוֹרֵ֤ר הַנַּ֙עַר֙ עַד־שֶׁ֣בַע פְּעָמִ֔ים וַיִּפְקַ֥ח הַנַּ֖עַר אֶת־עֵינָֽיו׃ 35
Luego regresó, y después de caminar una vez por la casa y volver, subió, estirándose sobre el niño, estornudó siete veces; y los ojos del niño se abrieron.
וַיִּקְרָ֣א אֶל־גֵּיחֲזִ֗י וַיֹּ֙אמֶר֙ קְרָא֙ אֶל־הַשֻּׁנַמִּ֣ית הַזֹּ֔את וַיִּקְרָאֶ֖הָ וַתָּב֣וֹא אֵלָ֑יו וַיֹּ֖אמֶר שְׂאִ֥י בְנֵֽךְ׃ 36
Entonces dio órdenes a Giezi y le dijo: Envía por la sunamita. Y ella vino en respuesta a su voz. Y él dijo: Toma a tu hijo.
וַתָּבֹא֙ וַתִּפֹּ֣ל עַל־רַגְלָ֔יו וַתִּשְׁתַּ֖חוּ אָ֑רְצָה וַתִּשָּׂ֥א אֶת־בְּנָ֖הּ וַתֵּצֵֽא׃ פ 37
Y ella entró, y descendió sobre su rostro a la tierra a sus pies; luego tomó a su hijo en sus brazos y salió.
וֶאֱלִישָׁ֞ע שָׁ֤ב הַגִּלְגָּ֙לָה֙ וְהָרָעָ֣ב בָּאָ֔רֶץ וּבְנֵי֙ הַנְּבִיאִ֔ים יֹשְׁבִ֖ים לְפָנָ֑יו וַיֹּ֣אמֶר לְנַעֲר֗וֹ שְׁפֹת֙ הַסִּ֣יר הַגְּדוֹלָ֔ה וּבַשֵּׁ֥ל נָזִ֖יד לִבְנֵ֥י הַנְּבִיאִֽים׃ 38
Y Eliseo regresó a Gilgal, ahora había una hambruna en aquella región, y los hijos de los profetas estaban sentados delante de él. Y dijo a su criado: Pon la olla grande sobre el fuego, y haz sopa para los hijos de los profetas.
וַיֵּצֵ֨א אֶחָ֣ד אֶל־הַשָּׂדֶה֮ לְלַקֵּ֣ט אֹרֹת֒ וַיִּמְצָא֙ גֶּ֣פֶן שָׂדֶ֔ה וַיְלַקֵּ֥ט מִמֶּ֛נּוּ פַּקֻּעֹ֥ת שָׂדֶ֖ה מְלֹ֣א בִגְד֑וֹ וַיָּבֹ֗א וַיְפַלַּ֛ח אֶל־סִ֥יר הַנָּזִ֖יד כִּֽי־לֹ֥א יָדָֽעוּ׃ 39
Y uno salió al campo para obtener plantas verdes y vio una enredadera del campo, y arrancando el fruto hasta que el pliegue de su túnica estaba lleno, regresó y puso el fruto, cortado en trozos, lo echó en la olla de sopa, sin tener idea de lo que era.
וַיִּֽצְק֥וּ לַאֲנָשִׁ֖ים לֶאֱכ֑וֹל וַ֠יְהִי כְּאָכְלָ֨ם מֵהַנָּזִ֜יד וְהֵ֣מָּה צָעָ֗קוּ וַיֹּֽאמְרוּ֙ מָ֤וֶת בַּסִּיר֙ אִ֣ישׁ הָאֱלֹהִ֔ים וְלֹ֥א יָכְל֖וּ לֶאֱכֹֽל׃ 40
Entonces dieron a los hombres sopa de la olla. Y mientras bebían la sopa, gritaron y dijeron: ¡Oh hombre de Dios, hay muerte en la olla! y no pudieron tomar más comida.
וַיֹּ֙אמֶר֙ וּקְחוּ־קֶ֔מַח וַיַּשְׁלֵ֖ךְ אֶל־הַסִּ֑יר וַיֹּ֗אמֶר צַ֤ק לָעָם֙ וְיֹאכֵ֔לוּ וְלֹ֥א הָיָ֛ה דָּבָ֥ר רָ֖ע בַּסִּֽיר׃ ס 41
Pero él dijo: Traiganme algo de harina. Y la puso en la olla, y dijo: Ahora dáselo a la gente para que puedan tener comida. Y no había nada malo en la olla.
וְאִ֨ישׁ בָּ֜א מִבַּ֣עַל שָׁלִ֗שָׁה וַיָּבֵא֩ לְאִ֨ישׁ הָאֱלֹהִ֜ים לֶ֤חֶם בִּכּוּרִים֙ עֶשְׂרִֽים־לֶ֣חֶם שְׂעֹרִ֔ים וְכַרְמֶ֖ל בְּצִקְלֹנ֑וֹ וַיֹּ֕אמֶר תֵּ֥ן לָעָ֖ם וְיֹאכֵֽלוּ׃ 42
Vino de Baal-salisa un hombre con una ofrenda de primicias para el hombre de Dios, veinte pasteles de cebada y frutas de jardín en su bolsa. Y él dijo: Denle esto a la gente por comida.
וַיֹּ֙אמֶר֙ מְשָׁ֣רְת֔וֹ מָ֚ה אֶתֵּ֣ן זֶ֔ה לִפְנֵ֖י מֵ֣אָה אִ֑ישׁ וַיֹּ֗אמֶר תֵּ֤ן לָעָם֙ וְיֹאכֵ֔לוּ כִּ֣י כֹ֥ה אָמַ֛ר יְהוָ֖ה אָכֹ֥ל וְהוֹתֵֽר׃ 43
Pero su criado dijo: ¿Cómo pondré esto ante cien hombres? Pero él dijo: Dáselo a la gente por comida; porque el Señor dice: Habrá alimento para ellos y sobrará.
וַיִּתֵּ֧ן לִפְנֵיהֶ֛ם וַיֹּאכְל֥וּ וַיּוֹתִ֖רוּ כִּדְבַ֥ר יְהוָֽה׃ פ 44
Entonces él lo puso delante de ellos, y comieron, y hubo más que suficiente, como el Señor había dicho.

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