יִרְמְיָהוּ 51

1 כֹּ֚ה אָמַ֣ר יְהוָ֔ה הִנְנִי֙ מֵעִ֣יר עַל־בָּבֶ֔ל וְאֶל־יֹשְׁבֵ֖י לֵ֣ב קָמָ֑י ר֖וּחַ מַשְׁחִֽית׃

Yahvé dice: “He aquí que yo me levantaré contra Babilonia, y contra los que habitan en Lebkamai, un viento destructor.

2 וְשִׁלַּחְתִּ֨י לְבָבֶ֤ל ׀ זָרִים֙ וְזֵר֔וּהָ וִיבֹקְק֖וּ אֶת־אַרְצָ֑הּ כִּֽי־הָי֥וּ עָלֶ֛יהָ מִסָּבִ֖יב בְּי֥וֹם רָעָֽה׃

Enviaré a Babilonia extraños que la aventarán. Vaciarán su tierra; porque en el día de la angustia estarán contra ella todos.

3 אֶֽל־יִדְרֹ֤ךְ יִדְרֹךְ הַדֹּרֵךְ֙ קַשְׁתּ֔וֹ וְאֶל־יִתְעַ֖ל בְּסִרְיֹנ֑וֹ וְאַֽל־תַּחְמְלוּ֙ אֶל־בַּ֣חֻרֶ֔יהָ הַחֲרִ֖ימוּ כָּל־צְבָאָֽהּ׃

Contra el que se dobla, que el arquero doble su arco, también contra el que se levanta con su cota de malla. ¡No le perdonen los jóvenes! ¡Destruyan por completo a todo su ejército!

4 וְנָפְל֥וּ חֲלָלִ֖ים בְּאֶ֣רֶץ כַּשְׂדִּ֑ים וּמְדֻקָּרִ֖ים בְּחוּצוֹתֶֽיהָ׃

Caerán muertos en la tierra de los caldeos, y se empuja a través de sus calles.

5 כִּ֠י לֹֽא־אַלְמָ֨ן יִשְׂרָאֵ֤ל וִֽיהוּדָה֙ מֵֽאֱלֹהָ֔יו מֵֽיְהוָ֖ה צְבָא֑וֹת כִּ֤י אַרְצָם֙ מָלְאָ֣ה אָשָׁ֔ם מִקְּד֖וֹשׁ יִשְׂרָאֵֽל׃

Porque Israel no está abandonado, ni Judá, por su Dios, por Yahvé de los Ejércitos; aunque su tierra está llena de culpa contra el Santo de Israel.

6 נֻ֣סוּ ׀ מִתּ֣וֹךְ בָּבֶ֗ל וּמַלְּטוּ֙ אִ֣ישׁ נַפְשׁ֔וֹ אַל־תִּדַּ֖מּוּ בַּעֲוֹנָ֑הּ כִּי֩ עֵ֨ת נְקָמָ֥ה הִיא֙ לַֽיהוָ֔ה גְּמ֕וּל ה֥וּא מְשַׁלֵּ֖ם לָֽהּ׃

“¡Huye de en medio de Babilonia! ¡Todo el mundo salva su propia vida! No seas cortado en su iniquidad, porque es el tiempo de la venganza de Yahvé. Él le dará una recompensa.

7 כּוֹס־זָהָ֤ב בָּבֶל֙ בְּיַד־יְהוָ֔ה מְשַׁכֶּ֖רֶת כָּל־הָאָ֑רֶץ מִיֵּינָהּ֙ שָׁת֣וּ גוֹיִ֔ם עַל־כֵּ֖ן יִתְהֹלְל֥וּ גוֹיִֽם׃

Babilonia ha sido una copa de oro en la mano de Yahvé, que emborrachó a toda la tierra. Las naciones han bebido de su vino; por eso las naciones se han vuelto locas.

8 פִּתְאֹ֛ם נָפְלָ֥ה בָבֶ֖ל וַתִּשָּׁבֵ֑ר הֵילִ֣ילוּ עָלֶ֗יהָ קְח֤וּ צֳרִי֙ לְמַכְאוֹבָ֔הּ אוּלַ֖י תֵּרָפֵֽא׃

¡Babilonia ha caído repentinamente y ha sido destruida! ¡Llora por ella! Toma un bálsamo para su dolor. Tal vez pueda curarse.

9 רִפִּ֣ינוּ אֶת־בָּבֶל֙ וְלֹ֣א נִרְפָּ֔תָה עִזְב֕וּהָ וְנֵלֵ֖ךְ אִ֣ישׁ לְאַרְצ֑וֹ כִּֽי־נָגַ֤ע אֶל־הַשָּׁמַ֙יִם֙ מִשְׁפָּטָ֔הּ וְנִשָּׂ֖א עַד־שְׁחָקִֽים׃

“Habríamos curado a Babilonia, pero no está curada. Abandónala, y que cada uno se vaya a su país; pues su juicio llega hasta el cielo, y se eleva hasta los cielos.

10 הוֹצִ֥יא יְהוָ֖ה אֶת־צִדְקֹתֵ֑ינוּ בֹּ֚אוּ וּנְסַפְּרָ֣ה בְצִיּ֔וֹן אֶֽת־מַעֲשֵׂ֖ה יְהוָ֥ה אֱלֹהֵֽינוּ׃

‘Yahvé ha producido nuestra justicia. Venid y anunciemos en Sión la obra de Yahvé, nuestro Dios’.

11 הָבֵ֣רוּ הַחִצִּים֮ מִלְא֣וּ הַשְּׁלָטִים֒ הֵעִ֣יר יְהוָ֗ה אֶת־ר֙וּחַ֙ מַלְכֵ֣י מָדַ֔י כִּֽי־עַל־בָּבֶ֥ל מְזִמָּת֖וֹ לְהַשְׁחִיתָ֑הּ כִּֽי־נִקְמַ֤ת יְהוָה֙ הִ֔יא נִקְמַ֖ת הֵיכָלֽוֹ׃

“¡Que las flechas estén afiladas! ¡Sujeta los escudos con firmeza! Yahvé ha agitado el espíritu de los reyes de los medos, porque su propósito es contra Babilonia, para destruirla; porque es la venganza de Yahvé, la venganza de su templo.

12 אֶל־חוֹמֹ֨ת בָּבֶ֜ל שְׂאוּ־נֵ֗ס הַחֲזִ֙יקוּ֙ הַמִּשְׁמָ֔ר הָקִ֙ימוּ֙ שֹֽׁמְרִ֔ים הָכִ֖ינוּ הָאֹֽרְבִ֑ים כִּ֚י גַּם־זָמַ֣ם יְהוָ֔ה גַּם־עָשָׂ֕ה אֵ֥ת אֲשֶׁר־דִּבֶּ֖ר אֶל־יֹשְׁבֵ֥י בָבֶֽל׃

¡Levanten un estandarte contra los muros de Babilonia! ¡Haz que el reloj sea fuerte! Poner a los vigilantes, y preparar las emboscadas; porque Yahvé se ha propuesto y ha hecho lo que dijo sobre los habitantes de Babilonia.

13 שֹׁכַנְתְּ֙ עַל־מַ֣יִם רַבִּ֔ים רַבַּ֖ת אֽוֹצָרֹ֑ת בָּ֥א קִצֵּ֖ךְ אַמַּ֥ת בִּצְעֵֽךְ׃

Tú que habitas sobre muchas aguas, abundante en tesoros, ha llegado tu fin, la medida de tu codicia.

14 נִשְׁבַּ֛ע יְהוָ֥ה צְבָא֖וֹת בְּנַפְשׁ֑וֹ כִּ֣י אִם־מִלֵּאתִ֤יךְ אָדָם֙ כַּיֶּ֔לֶק וְעָנ֥וּ עָלַ֖יִךְ הֵידָֽד׃ ס

Yahvé de los Ejércitos ha jurado por sí mismo, diciendo, ‘Seguramente te llenaré de hombres, como con las langostas, y levantarán un grito contra ti’.

15 עֹשֵׂ֥ה אֶ֙רֶץ֙ בְּכֹח֔וֹ מֵכִ֥ין תֵּבֵ֖ל בְּחָכְמָת֑וֹ וּבִתְבוּנָת֖וֹ נָטָ֥ה שָׁמָֽיִם׃

“Él ha hecho la tierra con su poder. Él ha establecido el mundo por su sabiduría. Con su entendimiento ha extendido los cielos.

16 לְק֨וֹל תִּתּ֜וֹ הֲמ֥וֹן מַ֙יִם֙ בַּשָּׁמַ֔יִם וַיַּ֥עַל נְשִׂאִ֖ים מִקְצֵה־אָ֑רֶץ בְּרָקִ֤ים לַמָּטָר֙ עָשָׂ֔ה וַיֹּ֥צֵא ר֖וּחַ מֵאֹצְרֹתָֽיו׃

Cuando él emite su voz, hay un rugido de aguas en los cielos, y hace que los vapores asciendan desde los confines de la tierra. Hace relámpagos para la lluvia, y saca el viento de sus arcas.

17 נִבְעַ֤ר כָּל־אָדָם֙ מִדַּ֔עַת הֹבִ֥ישׁ כָּל־צֹרֵ֖ף מִפָּ֑סֶל כִּ֛י שֶׁ֥קֶר נִסְכּ֖וֹ וְלֹא־ר֥וּחַ בָּֽם׃

“Todo hombre se ha vuelto estúpido y sin conocimiento. Todo orfebre se siente decepcionado por su imagen, porque sus imágenes fundidas son falsas, y no hay aliento en ellos.

18 הֶ֣בֶל הֵ֔מָּה מַעֲשֵׂ֖ה תַּעְתֻּעִ֑ים בְּעֵ֥ת פְּקֻדָּתָ֖ם יֹאבֵֽדוּ׃

Son vanidad, una obra de ilusión. En el tiempo de su visita, perecerán.

19 לֹֽא־כְאֵ֜לֶּה חֵ֣לֶק יַעֲק֗וֹב כִּֽי־יוֹצֵ֤ר הַכֹּל֙ ה֔וּא וְשֵׁ֖בֶט נַחֲלָת֑וֹ יְהוָ֥ה צְבָא֖וֹת שְׁמֽוֹ׃ ס

La porción de Jacob no es como éstas, porque él formó todas las cosas, incluyendo la tribu de su herencia. Yahvé de los Ejércitos es su nombre.

20 מַפֵּץ־אַתָּ֣ה לִ֔י כְּלֵ֖י מִלְחָמָ֑ה וְנִפַּצְתִּ֤י בְךָ֙ גּוֹיִ֔ם וְהִשְׁחַתִּ֥י בְךָ֖ מַמְלָכֽוֹת׃

“Vosotros sois mi hacha de combate y mis armas de guerra. Contigo romperé las naciones en pedazos. Con ustedes destruiré reinos.

21 וְנִפַּצְתִּ֣י בְךָ֔ ס֖וּס וְרֹֽכְב֑וֹ וְנִפַּצְתִּ֣י בְךָ֔ רֶ֖כֶב וְרֹכְבֽוֹ׃

Contigo romperé en pedazos el caballo y su jinete.

22 וְנִפַּצְתִּ֤י בְךָ֙ אִ֣ישׁ וְאִשָּׁ֔ה וְנִפַּצְתִּ֥י בְךָ֖ זָקֵ֣ן וָנָ֑עַר וְנִפַּצְתִּ֣י בְךָ֔ בָּח֖וּר וּבְתוּלָֽה׃

Contigo romperé en pedazos el carro y el que va en él. Contigo me romperé en pedazos hombre y mujer. Contigo me romperé en pedazos el viejo y el joven. Contigo me romperé en pedazos el joven y la virgen.

23 וְנִפַּצְתִּ֤י בְךָ֙ רֹעֶ֣ה וְעֶדְר֔וֹ וְנִפַּצְתִּ֥י בְךָ֖ אִכָּ֣ר וְצִמְדּ֑וֹ וְנִפַּצְתִּ֣י בְךָ֔ פַּח֖וֹת וּסְגָנִֽים׃

Contigo romperé en pedazos el pastor y su rebaño. Contigo me romperé en pedazos el agricultor y su yugo. Contigo me romperé en pedazos gobernadores y diputados.

24 וְשִׁלַּמְתִּ֨י לְבָבֶ֜ל וּלְכֹ֣ל ׀ יוֹשְׁבֵ֣י כַשְׂדִּ֗ים אֵ֧ת כָּל־רָעָתָ֛ם אֲשֶׁר־עָשׂ֥וּ בְצִיּ֖וֹן לְעֵֽינֵיכֶ֑ם נְאֻ֖ם יְהוָֽה׃ ס

“Le devolveré a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea todo el mal que han hecho en Sión a tus ojos”, dice el Señor.

25 הִנְנִ֨י אֵלֶ֜יךָ הַ֤ר הַמַּשְׁחִית֙ נְאֻם־יְהוָ֔ה הַמַּשְׁחִ֖ית אֶת־כָּל־הָאָ֑רֶץ וְנָטִ֨יתִי אֶת־יָדִ֜י עָלֶ֗יךָ וְגִלְגַּלְתִּ֙יךָ֙ מִן־הַסְּלָעִ֔ים וּנְתַתִּ֖יךָ לְהַ֥ר שְׂרֵפָֽה׃

“He aquí que estoy contra ti, montaña destructora”, dice Yahvé, “que destruye toda la tierra. Extiendo mi mano sobre ti, te bajan de las rocas, y te convertirá en una montaña quemada.

26 וְלֹֽא־יִקְח֤וּ מִמְּךָ֙ אֶ֣בֶן לְפִנָּ֔ה וְאֶ֖בֶן לְמֽוֹסָד֑וֹת כִּֽי־שִׁמְמ֥וֹת עוֹלָ֛ם תִּֽהְיֶ֖ה נְאֻם־יְהוָֽה׃

No te quitarán una piedra angular, ni una piedra para los cimientos; pero tú estarás desolado para siempre”, dice Yahvé.

27 שְׂאוּ־נֵ֣ס בָּאָ֗רֶץ תִּקְע֨וּ שׁוֹפָ֤ר בַּגּוֹיִם֙ קַדְּשׁ֤וּ עָלֶ֙יהָ֙ גּוֹיִ֔ם הַשְׁמִ֧יעוּ עָלֶ֛יהָ מַמְלְכ֥וֹת אֲרָרַ֖ט מִנִּ֣י וְאַשְׁכְּנָ֑ז פִּקְד֤וּ עָלֶ֙יהָ֙ טִפְסָ֔ר הַֽעֲלוּ־ס֖וּס כְּיֶ֥לֶק סָמָֽר׃

“¡Poned un estandarte en la tierra! ¡Toca la trompeta entre las naciones! ¡Preparen a las naciones contra ella! ¡Convoca contra ella a los reinos de Ararat, Minni y Ashkenaz! ¡Nombrar a un mariscal contra ella! ¡Haz que los caballos suban como las langostas enjambre!

28 קַדְּשׁ֨וּ עָלֶ֤יהָ גוֹיִם֙ אֶת־מַלְכֵ֣י מָדַ֔י אֶת־פַּחוֹתֶ֖יהָ וְאֶת־כָּל־סְגָנֶ֑יהָ וְאֵ֖ת כָּל־אֶ֥רֶץ מֶמְשַׁלְתּֽוֹ׃

Prepara contra ella a las naciones, ¡los reyes de los medos, sus gobernadores, y todos sus diputados, y toda la tierra de su dominio!

29 וַתִּרְעַ֥שׁ הָאָ֖רֶץ וַתָּחֹ֑ל כִּ֣י קָ֤מָה עַל־בָּבֶל֙ מַחְשְׁב֣וֹת יְהוָ֔ה לָשׂ֞וּם אֶת־אֶ֧רֶץ בָּבֶ֛ל לְשַׁמָּ֖ה מֵאֵ֥ין יוֹשֵֽׁב׃

La tierra tiembla y sufre; para los propósitos de Yahvé contra Babilonia se mantienen, para convertir la tierra de Babilonia en una desolación, sin habitantes.

30 חָדְלוּ֩ גִבּוֹרֵ֨י בָבֶ֜ל לְהִלָּחֵ֗ם יָֽשְׁבוּ֙ בַּמְּצָד֔וֹת נָשְׁתָ֥ה גְבוּרָתָ֖ם הָי֣וּ לְנָשִׁ֑ים הִצִּ֥יתוּ מִשְׁכְּנֹתֶ֖יהָ נִשְׁבְּר֥וּ בְרִיחֶֽיהָ׃

Los poderosos de Babilonia han dejado de luchar, permanecen en sus fortalezas. Su poderío ha fracasado. Se han convertido en mujeres. Sus moradas son incendiadas. Sus barras están rotas.

31 רָ֤ץ לִקְרַאת־רָץ֙ יָר֔וּץ וּמַגִּ֖יד לִקְרַ֣את מַגִּ֑יד לְהַגִּיד֙ לְמֶ֣לֶךְ בָּבֶ֔ל כִּֽי־נִלְכְּדָ֥ה עִיר֖וֹ מִקָּצֶֽה׃

Un corredor correrá al encuentro de otro, y un mensajero para encontrarse con otro, para mostrar al rey de Babilonia que su ciudad está tomada por todos los lados.

32 וְהַמַּעְבָּר֣וֹת נִתְפָּ֔שׂוּ וְאֶת־הָאֲגַמִּ֖ים שָׂרְפ֣וּ בָאֵ֑שׁ וְאַנְשֵׁ֥י הַמִּלְחָמָ֖ה נִבְהָֽלוּ׃ ס

Así que los pasajes se apoderan. Han quemado las cañas con fuego. Los hombres de guerra están asustados”.

33 כִּי֩ כֹ֨ה אָמַ֜ר יְהוָ֤ה צְבָאוֹת֙ אֱלֹהֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל בַּת־בָּבֶ֕ל כְּגֹ֖רֶן עֵ֣ת הִדְרִיכָ֑הּ ע֣וֹד מְעַ֔ט וּבָ֥אָה עֵֽת־הַקָּצִ֖יר לָֽהּ׃

Porque Yahvé de los Ejércitos, el Dios de Israel dice: “La hija de Babilonia es como una era en el momento en que se pisa. Todavía un poco, y el tiempo de la cosecha viene para ella”.

34 אֲכָלַ֣נִי הֲמָמַ֗נִי נְבוּכַדְרֶאצַּר֮ מֶ֣לֶךְ בָּבֶל֒ הִצִּיגַ֙נִי֙ כְּלִ֣י רִ֔יק בְּלָעַ֙נִי֙ כַּתַּנִּ֔ין מִלָּ֥א כְרֵשׂ֖וֹ מֵֽעֲדָנָ֑י הֱדִיחָֽנִי׃

“Nabucodonosor, rey de Babilonia, me ha devorado. Me ha aplastado. Me ha convertido en un recipiente vacío. Él, como un monstruo, me ha tragado. Se ha llenado la boca con mis delicias. Me ha expulsado.

35 חֲמָסִ֤י וּשְׁאֵרִי֙ עַל־בָּבֶ֔ל תֹּאמַ֖ר יֹשֶׁ֣בֶת צִיּ֑וֹן וְדָמִי֙ אֶל־יֹשְׁבֵ֣י כַשְׂדִּ֔ים תֹּאמַ֖ר יְרוּשָׁלִָֽם׃ ס

¡Que la violencia hecha a mí y a mi carne sea sobre Babilonia!” el habitante de Sion dirá; y, “¡Que mi sangre sea sobre los habitantes de Caldea!” dirá Jerusalén.

36 לָכֵ֗ן כֹּ֚ה אָמַ֣ר יְהוָ֔ה הִנְנִי־רָב֙ אֶת־רִיבֵ֔ךְ וְנִקַּמְתִּ֖י אֶת־נִקְמָתֵ֑ךְ וְהַחֲרַבְתִּי֙ אֶת־יַמָּ֔הּ וְהֹבַשְׁתִּ֖י אֶת־מְקוֹרָֽהּ׃

Por eso dice Yahvé: “He aquí que yo defenderé tu causa, y me vengaré por ti. Secaré su mar, y hacer que su fuente se seque.

37 וְהָיְתָה֩ בָבֶ֨ל ׀ לְגַלִּ֧ים ׀ מְעוֹן־תַּנִּ֛ים שַׁמָּ֥ה וּשְׁרֵקָ֖ה מֵאֵ֥ין יוֹשֵֽׁב׃

Babilonia se convertirá en un montón, una morada para los chacales, un asombro, y un silbido, sin habitante.

38 יַחְדָּ֖ו כַּכְּפִרִ֣ים יִשְׁאָ֑גוּ נָעֲר֖וּ כְּגוֹרֵ֥י אֲרָיֽוֹת׃

Rugirán juntos como leones jóvenes. Gruñirán como cachorros de león.

39 בְּחֻמָּ֞ם אָשִׁ֣ית אֶת־מִשְׁתֵּיהֶ֗ם וְהִשְׁכַּרְתִּים֙ לְמַ֣עַן יַעֲלֹ֔זוּ וְיָשְׁנ֥וּ שְׁנַת־עוֹלָ֖ם וְלֹ֣א יָקִ֑יצוּ נְאֻ֖ם יְהוָֽה׃

Cuando se inflamen, haré su fiesta, y los emborracharé, para que se alegren, y dormir un sueño perpetuo, y no despertar”, dice Yahvé.

40 אֽוֹרִידֵ֖ם כְּכָרִ֣ים לִטְב֑וֹחַ כְּאֵילִ֖ים עִם־עַתּוּדִֽים׃

“Los haré caer como corderos al matadero, como los carneros con los machos cabríos.

41 אֵ֚יךְ נִלְכְּדָ֣ה שֵׁשַׁ֔ךְ וַתִּתָּפֵ֖שׂ תְּהִלַּ֣ת כָּל־הָאָ֑רֶץ אֵ֣יךְ הָיְתָ֧ה לְשַׁמָּ֛ה בָּבֶ֖ל בַּגּוֹיִֽם׃

“¡Cómo se lleva a Sheshach! ¡Cómo se apodera la alabanza de toda la tierra! ¡Cómo se ha convertido Babilonia en una desolación entre las naciones!

42 עָלָ֥ה עַל־בָּבֶ֖ל הַיָּ֑ם בַּהֲמ֥וֹן גַּלָּ֖יו נִכְסָֽתָה׃

El mar ha subido sobre Babilonia. Está cubierta por la multitud de sus olas.

43 הָי֤וּ עָרֶ֙יהָ֙ לְשַׁמָּ֔ה אֶ֖רֶץ צִיָּ֣ה וַעֲרָבָ֑ה אֶ֗רֶץ לֹֽא־יֵשֵׁ֤ב בָּהֵן֙ כָּל־אִ֔ישׁ וְלֹֽא־יַעֲבֹ֥ר בָּהֵ֖ן בֶּן־אָדָֽם׃

Sus ciudades se han convertido en una desolación, una tierra seca, y un desierto, una tierra en la que no habita ningún hombre. Ningún hijo de hombre pasa por ella.

44 וּפָקַדְתִּ֨י עַל־בֵּ֜ל בְּבָבֶ֗ל וְהֹצֵאתִ֤י אֶת־בִּלְעוֹ֙ מִפִּ֔יו וְלֹֽא־יִנְהֲר֥וּ אֵלָ֛יו ע֖וֹד גּוֹיִ֑ם גַּם־חוֹמַ֥ת בָּבֶ֖ל נָפָֽלָה׃

Ejecutaré el juicio sobre Bel en Babilonia, y sacaré de su boca lo que se ha tragado. Las naciones no fluirán más hacia él. Sí, el muro de Babilonia caerá.

45 צְא֤וּ מִתּוֹכָהּ֙ עַמִּ֔י וּמַלְּט֖וּ אִ֣ישׁ אֶת־נַפְשׁ֑וֹ מֵחֲר֖וֹן אַף־יְהוָֽה׃

“Pueblo mío, aléjate de en medio de ella, y cada uno de ustedes se salve de la feroz ira de Yahvé.

46 וּפֶן־יֵרַ֤ךְ לְבַבְכֶם֙ וְתִֽירְא֔וּ בַּשְּׁמוּעָ֖ה הַנִּשְׁמַ֣עַת בָּאָ֑רֶץ וּבָ֧א בַשָּׁנָ֣ה הַשְּׁמוּעָ֗ה וְאַחֲרָ֤יו בַּשָּׁנָה֙ הַשְּׁמוּעָ֔ה וְחָמָ֣ס בָּאָ֔רֶץ וּמֹשֵׁ֖ל עַל־מֹשֵֽׁל׃

No dejes que tu corazón desfallezca. No temas por las noticias que se escucharán en la tierra. Para las noticias vendrá un año, y después de eso en otro año vendrán las noticias, y la violencia en la tierra, gobernante contra gobernante.

47 לָכֵן֙ הִנֵּ֣ה יָמִ֣ים בָּאִ֔ים וּפָקַדְתִּי֙ עַל־פְּסִילֵ֣י בָבֶ֔ל וְכָל־אַרְצָ֖הּ תֵּב֑וֹשׁ וְכָל־חֲלָלֶ֖יהָ יִפְּל֥וּ בְתוֹכָֽהּ׃

Por tanto, he aquí que vienen días en que ejecutaré el juicio sobre las imágenes grabadas de Babilonia; y toda su tierra será confundida. Todos sus muertos caerán en medio de ella.

48 וְרִנְּנ֤וּ עַל־בָּבֶל֙ שָׁמַ֣יִם וָאָ֔רֶץ וְכֹ֖ל אֲשֶׁ֣ר בָּהֶ֑ם כִּ֧י מִצָּפ֛וֹן יָבוֹא־לָ֥הּ הַשּׁוֹדְדִ֖ים נְאֻם־יְהוָֽה׃

Entonces los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ella, cantará de alegría sobre Babilonia; porque los destructores vendrán a ella desde el norte”, dice Yahvé.

49 גַּם־בָּבֶ֕ל לִנְפֹּ֖ל חַֽלְלֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל גַּם־לְבָבֶ֥ל נָפְל֖וּ חַֽלְלֵ֥י כָל־הָאָֽרֶץ׃

“Como Babilonia ha hecho caer a los muertos de Israel, así que los muertos de toda la tierra caerán en Babilonia.

50 פְּלֵטִ֣ים מֵחֶ֔רֶב הִלְכ֖וּ אַֽל־תַּעֲמֹ֑דוּ זִכְר֤וּ מֵֽרָחוֹק֙ אֶת־יְהוָ֔ה וִירֽוּשָׁלִַ֖ם תַּעֲלֶ֥ה עַל־לְבַבְכֶֽם׃

Tú que has escapado de la espada, ¡ve! ¡No te quedes quieto! Recuerda a Yahvé desde lejos, y deja que Jerusalén entre en tu mente”.

51 בֹּ֚שְׁנוּ כִּֽי־שָׁמַ֣עְנוּ חֶרְפָּ֔ה כִּסְּתָ֥ה כְלִמָּ֖ה פָּנֵ֑ינוּ כִּ֚י בָּ֣אוּ זָרִ֔ים עַֽל־מִקְדְּשֵׁ֖י בֵּ֥ית יְהוָֽה׃ ס

“Estamos confundidos porque hemos escuchado reproches. La confusión ha cubierto nuestros rostros, porque han entrado extraños en los santuarios de la casa de Yahvé”.

52 לָכֵ֞ן הִנֵּֽה־יָמִ֤ים בָּאִים֙ נְאֻם־יְהוָ֔ה וּפָקַדְתִּ֖י עַל־פְּסִילֶ֑יהָ וּבְכָל־אַרְצָ֖הּ יֶאֱנֹ֥ק חָלָֽל׃

“Por lo tanto, he aquí que vienen los días”, dice Yahvé, “que ejecutaré el juicio sobre sus imágenes grabadas; y por toda su tierra gemirán los heridos.

53 כִּֽי־תַעֲלֶ֤ה בָבֶל֙ הַשָּׁמַ֔יִם וְכִ֥י תְבַצֵּ֖ר מְר֣וֹם עֻזָּ֑הּ מֵאִתִּ֗י יָבֹ֧אוּ שֹׁדְדִ֛ים לָ֖הּ נְאֻם־יְהוָֽה׃ ס

Aunque Babilonia se eleve hasta el cielo, y aunque deba fortificar la altura de su fuerza, pero vendrán a ella destructores de mi parte”, dice Yahvé.

54 ק֥וֹל זְעָקָ֖ה מִבָּבֶ֑ל וְשֶׁ֥בֶר גָּד֖וֹל מֵאֶ֥רֶץ כַּשְׂדִּֽים׃

“El sonido de un grito viene de Babilonia, ¡y de gran destrucción de la tierra de los caldeos!

55 כִּֽי־שֹׁדֵ֤ד יְהוָה֙ אֶת־בָּבֶ֔ל וְאִבַּ֥ד מִמֶּ֖נָּה ק֣וֹל גָּד֑וֹל וְהָמ֤וּ גַלֵּיהֶם֙ כְּמַ֣יִם רַבִּ֔ים נִתַּ֥ן שְׁא֖וֹן קוֹלָֽם׃

Porque Yahvé arrasa con Babilonia, ¡y destruye de ella la gran voz! Sus olas rugen como muchas aguas. El ruido de su voz es pronunciado.

56 כִּי֩ בָ֨א עָלֶ֤יהָ עַל־בָּבֶל֙ שׁוֹדֵ֔ד וְנִלְכְּדוּ֙ גִּבּוֹרֶ֔יהָ חִתְּתָ֖ה קַשְּׁתוֹתָ֑ם כִּ֣י אֵ֧ל גְּמֻל֛וֹת יְהוָ֖ה שַׁלֵּ֥ם יְשַׁלֵּֽם׃

Porque el destructor ha venido sobre ella, incluso en Babilonia. Sus poderosos hombres han sido tomados. Sus arcos están rotos en pedazos, porque Yahvé es un Dios de retribución. Seguramente lo pagará.

57 וְ֠הִשְׁכַּרְתִּי שָׂרֶ֨יהָ וַחֲכָמֶ֜יהָ פַּחוֹתֶ֤יהָ וּסְגָנֶ֙יהָ֙ וְגִבּוֹרֶ֔יהָ וְיָשְׁנ֥וּ שְׁנַת־עוֹלָ֖ם וְלֹ֣א יָקִ֑יצוּ נְאֻ֨ם־הַמֶּ֔לֶךְ יְהוָ֥ה צְבָא֖וֹת שְׁמֽוֹ׃ ס

Haré de ella príncipes y sabios, sus gobernantes, sus diputados y sus poderosos hombres borrachos. Dormirán un sueño perpetuo, y no despertar,” dice el Rey, cuyo nombre es Yahvé de los Ejércitos.

58 כֹּֽה־אָמַ֞ר יְהוָ֣ה צְבָא֗וֹת חֹ֠מוֹת בָּבֶ֤ל הָֽרְחָבָה֙ עַרְעֵ֣ר תִּתְעַרְעָ֔ר וּשְׁעָרֶ֥יהָ הַגְּבֹהִ֖ים בָּאֵ֣שׁ יִצַּ֑תּוּ וְיִֽגְע֨וּ עַמִּ֧ים בְּדֵי־רִ֛יק וּלְאֻמִּ֥ים בְּדֵי־אֵ֖שׁ וְיָעֵֽפוּ׃ ס

El Señor de los Ejércitos dice: “Los anchos muros de Babilonia serán completamente derribados. Sus altas puertas serán quemadas con fuego. Los pueblos trabajarán por la vanidad, y las naciones para el fuego; y se cansarán”.

59 הַדָּבָ֞ר אֲשֶׁר־צִוָּ֣ה ׀ יִרְמְיָ֣הוּ הַנָּבִ֗יא אֶת־שְׂרָיָ֣ה בֶן־נֵרִיָּה֮ בֶּן־מַחְסֵיָה֒ בְּלֶכְתּ֞וֹ אֶת־צִדְקִיָּ֤הוּ מֶֽלֶךְ־יְהוּדָה֙ בָּבֶ֔ל בִּשְׁנַ֥ת הָרְבִעִ֖ית לְמָלְכ֑וֹ וּשְׂרָיָ֖ה שַׂ֥ר מְנוּחָֽה׃

Palabra que el profeta Jeremías ordenó a Seraías, hijo de Nerías, hijo de Maseías, cuando fue con Sedequías, rey de Judá, a Babilonia, en el cuarto año de su reinado. Seraías era jefe de intendencia.

60 וַיִּכְתֹּ֣ב יִרְמְיָ֗הוּ אֵ֧ת כָּל־הָרָעָ֛ה אֲשֶׁר־תָּב֥וֹא אֶל־בָּבֶ֖ל אֶל־סֵ֣פֶר אֶחָ֑ד אֵ֚ת כָּל־הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֔לֶּה הַכְּתֻבִ֖ים אֶל־בָּבֶֽל׃

Jeremías escribió en un libro todos los males que vendrían sobre Babilonia, y todas estas palabras que están escritas sobre Babilonia.

61 וַיֹּ֥אמֶר יִרְמְיָ֖הוּ אֶל־שְׂרָיָ֑ה כְּבֹאֲךָ֣ בָבֶ֔ל וְֽרָאִ֔יתָ וְֽקָרָ֔אתָ אֵ֥ת כָּל־הַדְּבָרִ֖ים הָאֵֽלֶּה׃

Jeremías dijo a Seraías: “Cuando llegues a Babilonia, procura leer todas estas palabras,

62 וְאָמַרְתָּ֗ יְהוָה֙ אַתָּ֨ה דִבַּ֜רְתָּ אֶל־הַמָּק֤וֹם הַזֶּה֙ לְהַכְרִית֔וֹ לְבִלְתִּ֤י הֱיֽוֹת־בּוֹ֙ יוֹשֵׁ֔ב לְמֵאָדָ֖ם וְעַד־בְּהֵמָ֑ה כִּֽי־שִׁמְמ֥וֹת עוֹלָ֖ם תִּֽהְיֶֽה׃

y di: ‘Señor, tú has hablado sobre este lugar, para cortarlo, para que nadie habite en él, ni hombre ni animal, sino que sea desolado para siempre’.

63 וְהָיָה֙ כְּכַלֹּ֣תְךָ֔ לִקְרֹ֖א אֶת־הַסֵּ֣פֶר הַזֶּ֑ה תִּקְשֹׁ֤ר עָלָיו֙ אֶ֔בֶן וְהִשְׁלַכְתּ֖וֹ אֶל־תּ֥וֹךְ פְּרָֽת׃

Cuando termines de leer este libro, atarás una piedra y la arrojarás en medio del Éufrates.

64 וְאָמַרְתָּ֗ כָּ֠כָה תִּשְׁקַ֨ע בָּבֶ֤ל וְלֹֽא־תָקוּם֙ מִפְּנֵ֣י הָרָעָ֗ה אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י מֵבִ֥יא עָלֶ֖יהָ וְיָעֵ֑פוּ עַד־הֵ֖נָּה דִּבְרֵ֥י יִרְמְיָֽהוּ׃ ס

Entonces dirás: ‘Así se hundirá Babilonia y no volverá a levantarse a causa del mal que le haré pasar; y se cansarán’.” Hasta aquí las palabras de Jeremías.